Logroño es una ciudad agradable para el paseo, con gente muy amable,
mucho ambiente y un casco antiguo digno de visitar, además de tener una parte
del Camino de Santiago.
Un recorrido sencillo con el que conocer la parte antigua de la ciudad, podría ser el siguiente. Nos situamos en la Concatedral de la Redonda, situada en la Plaza del Mercado, con sus dos Torres gemelas, entre las que se encuentra la fachada retablo de la puerta principal.
Podemos proseguir nuestro paseo por la Calle Portales en dirección a
la Plaza de los Alféreces Profesionales. Esta calle es peatonal y en ambos lados está
llena de bares y comercios de todo tipo. Al final de esta nos encontramos con
la oficina de turismo y podemos ver diversos edificios donde se encuentra la
biblioteca de la Rioja, el Centro Cultural y las Murallas de Revellín.
Bajamos por la Calle del Marqués de San Nicolás y nos metemos por la
Calle Barriocepo (está a la izquierda), aquí podemos ver el Palacio Legarda, la
Casa del Inquisidor y la Iglesia de Santiago el Real y la Fuente del Peregrino.
Al lado está la Plaza de la Oca, en el suelo y como si de un tablero de este
juego se tratase, están marcados todos los pueblos de la Rioja que tienen
relación con el Camino de Santiago.
Seguimos nuestro paseo por la Calle Sagasta, nosotros optamos por
girar a la izquierda y cruzar el Rio Ebro por el Puente de Hierro. Nada más terminar
el rio te encuentras la Casa de las Ciencias, en los jardines exteriores están
dedicados a la experimentación con contenidos didácticos basados en física, meteorología,
geología, etc..
Volvemos a cruzar el rio por el
Puente de Piedra, uno de los símbolos de la ciudad. Llegamos hasta la Iglesia
de Santa María de Palacio, con una mezcla de estilos que va desde el románico
hasta el gótico. Una de las características
es la torre denominada “la aguja”, construida con una base octogonal y una
terminación en forma piramidal.
Continuamos con nuestro paseo hasta la Iglesia de San Bartolomé y el
Palacio de los Chapiteles. Seguimos por la Calle Muro del Carmen y nos
encontramos con el Instituto Sagasta y un poco más adelante llegamos al Paseo
del Espolón, se trata de una gran plaza con fuentes y jardines muy cuidados,
donde se puede uno para a tomar algún refrigerio en alguna de sus terrazas.
Evidente mente, quedan otros sitios que visitar y en función de los
gustos de cada uno, pero con este paseo se puede conocer lo fundamental de la parte
antigua de la ciudad.
26/08/2012