Salamanca es una ciudad que merece la pena verse, nosotros nos fuimos un fin de semana, salimos pronto de Madrid y en poco más de dos horas habíamos llegado. En el mismo hotel nos indicaron los lugares característicos de la ciudad. Nos dijimos a la Plaza Mayor en la que se encuentra una oficina de turismo y ahí conseguimos más información.
Partiendo de la Plaza Mayor (digna de verse), nos dirigimos por la calle Rua Mayor hacia la Plaza de Anaya donde se encuentra las Catedrales Nueva y Vieja por esta camino pasamos por la Casa de las Conchas y por la Universidad Pontificia. Después de ver las dos catedrales, nos fuimos a buscar la celebre "rana" en la portada de la calle de los Libreros.
En la oficina de turismo nos indicaron que a lo largo de todo el día, debajo del reloj de la Plaza, salían visitas guiadas por toda la ciudad, nos apuntamos a una que salia a las ocho de la tarde y que te van contando todos las otras historias de los lugares típicos de Salamanca, la historia del Palacio de Monterey, de la Casa de las Conchas, de la Universidad Pontificia, de la Catedral Nueva, el Huerto de Calixto y Melibea, El Convento de San Esteban y resto de lugares tipicos. El recorrido duró un poco más de dos horas que la verdad es que se hizo corto.
A la mañana sigueinte, nos dedicamos a ver la parte del rio, El Puente Romano, El Museo de Art Nouveau y luego subimos dando un paseo hasta la iglesia de San Marcos que tiene como principal caracteristicas que es de planta circular.
En resumen una ciudad pequeña con muchas cosas que ver, con un ambiente agradable y que merece la pena pasar un fin de semana en ella.
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