Que ver en Venecia - Ruta III

Lo primero que hicimos fue ir a ver la catedral, aprovechando la hora de misa entramos en la misma para ver su interior, es impresionante el como está decorada, luego salimos para poder subir a la balconada donde están los los cuatro caballos que custodian la entrada principal de la catedral (los originales se encuentran en el interior).

Una vez realizada esta visita, nos dirigimos a a la isla que se denomina Sestiere, para cruzar el Gran Canal utilizamos una góndola que por 50 céntimos te cruza de un lado a otro del Gran Canal (se cogen en el embarcadero del Campo de Traghetto). Al lado de donde te deja es la iglesia de Santa Maria de la Salute.

El plan es ir andando tranquilamente por esta zona de la ciudad, que es mucho más tranquila, está mejor conservada, tiene muchos parques y pequeñas plazas llenas de arboles y jardines. Llegamos hasta el Canal de la Giudecca, donde se pueden ver los grandes cruceros que paran en esta ciudad. Después de ver esta zona, volvemos a callejear, curiosamente las tiendas de regalos son más "normales", hay fabricas de mascaras, y de objetos de madera. Pasamos por la Iglesia de San Bamaba, donde por cierto habia una exposición de los inventos de Leonardo da Vinci, vimos la Universidad Foscari y llegamos a la Iglesia de Santa Maria de Frari, la mas antigua de la ciudad, totalmente de ladrillo, impone ver un edificio de esas dimensiones en una ciudad como esta. Después de esta visita, nos fuimos a comer y a preparar las cosas para la vuelta

En resumen Venecia es una ciudad curiosa por su configuración, no hay coches, todo se trasporta en barca y a mano, la parte antigua esta bastante deteriorada, a pesar de la cantidad de impuestos que se pagan (se paga por todo) no hay dinero para mantener la ciudad. Las zonas que se alejan de los más típico,  tienen su encanto más tranquilas, mejor conservadas (por lo menos en apariencia) y mantienen la estructura de la ciudad, calles estrechas y canales como principales vías de comunicación. Es digno de mencionar el Gran Canal que es la arteria principal de la ciudad y el trafico de embarcaciones que tiene, es el equivalente en coches al de una gran ciudad.      

Que ver en Venecia - Ruta II

Para el segundo día teníamos concertada una visita por la ciudad, primero la Plaza de San Marcos, donde nos contaron toda la historia de la Plaza, la historia de la catedral, los simbolos de las columna San Marcos como patrón de Vanecia y el León que es el simbolo de la ciudad.

Después no dirigimos a callejear por las calles que salen de la Plaza, visitando el Teatro de la Fenice, la Plaza de Sant Angelo, Campo Manin, San Luca, hasta llegar al Gran Canal, todo ello callejeando por las estrechas callejuelas de la ciudad y contando las historias y anectdotas de cada una de ellas, por ejemplo en cada calle , calleja o rincón que hay un altar, indica que en ese lugar mataron a alguna persona, otro ejemplo, la calle de los assassini, por donde no pueden pasar los hombres con barba y otras historias más.

En el Gran Canal, nos dirigimos al Puente Rialto, lleno de tiendas de recuedos, al otro lado, se encuentra el mercado, los juzgados y la zona de vinos y pinchos, son pequeños bares en los que la gente coge la bebida y se sale a la calle. Después de recorrer toda esta zona y ver los puesto, nos subimos a un taxi para volver a la Plaza de San Marcos dando una vuelta por el Gran Canal, terminando aquí la visita que teníamos concertada. Aprovechando que había poca gente, subimos al Campanile, desde el que se puede ver toda la ciudad, así como las islas de los alrededores.

Para la tarde y ya por nuestra cuenta, nos dirigimos bordeando la bahia hasta el Arsenal, todo el pase está lleno de puestos, bares y restaurantes, y mucha gente. Cuando nos metimos por el canal que lleva al Arsenal todoa cambia, las calles se vuelven más tranquilas, hay menos gente y se puede pasear tranquilamente por las calles.

 

Después de ver la entrada al Arsenal (es Zona Militar y esta prohibido el paso) volvimos hacia la Plaza de San Marcos por las callejuelas parandonos en las plazas que la mayoría cuenta con una iglesia o con un palacio. A medida que te vas acercando al centro, te vas encontrando más gente, más bares y más tiendas, pero no deja de ser un paseo tranquilo y agradable.