El Rincón de Paco, es uno de los sitios más significativos de Caravaca, de hecho opino que es uno de los primeros sitios que todos los visitantes buscan para comer. El local esta en una pequeña calle paralela a la Gran Vía, no es muy grande y las mesas están repartidas por tres salones de distintos tamaños, todos ellos con la pareces repletas de fotos de toreros.
Como llegamos un poco tarde, cerca de las tres, tuvimos que esperar un poco a que se quedara una mesa libre, de primero pedimos unos entrantes variados y de segundo a escoger de la carta, comimos lo siguiente:
Caballitos (están buenos, lo siento)
Almejas a la Marinera
Montaditos de pisto y carne
Emperador a la plancha
Entrecot de buey
Para beber, botella de vino blanco de Jumilla, agua y dos infusiones, todo ello por 61,30 euros. El servicio, si bien muy agradable el trato de los camareros, muy lentos a la hora de traer los platos (seguramente por la cocina), un sitio con tanta afluencia de gente, debería estar un poco más preparado.
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