El sitio que comento es singular, tanto por el sitio como por la vistas, se trata del Mirador de Moraima, que está en el Albaicin. Se trata de una casa con una serie de patios a distintas alturas, rodeados de árboles y lo que le hace singular es que de fondo tienes la Alambra. Reservamos mesa para cenar y fue todo un acierto, pedimos
Ensalada de canónigos con esturión.
Solomillo
Rodaballo
Bacalao (2)
Para beber vino, agua, cafés y tes, chupitos, un whisky y cognac.
Todo ello por 142,00 euros.
Cuando te van a servir los cafés viene una de las particularidades del sitio, te invitan a tomar en un sitio que denominan El Mirador, un pequeño porche cubierto desde el que las vistas son más espectaculares aún. El servicio muy agradable y amable. Merece la pena visitarlo.
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