El Convento de Santa Ana, se encuentra al Atienza, se trata de un edificio del siglo XVIII que posteriormente fue colegio y que en la actualidad se ha transformado en un coqueto hotel rural, del antiguo convento solo se conserva la fachada, la capilla y un pozo que están integrados en el resto del edificio, el conjunto resulta "minimalista" con amplios espacio y mucha luz. Las habitaciones son funcionales y simples, la nuestra tenia una ventanal que permitia ver todo el campos al pie del Cerro de la Horca.
Como particularidades del hotel al margen de los restos antes mencionados, hay un mural realizado a lápiz punto a punto y raya a raya y en algunos casos está escrita la historia de Atienza. El hotel es un sitio ideal para descansar, no hay ningún ruido y tanto Lucio como Willi son muy amables y dispuestos a orientarte en todo lo que les preguntes, los desayunos son caseros y la comida del restaurante (cenamos un día) esta muy bien. Luego para tomar una copa tiene unos grandes sillones sobre un lucernario que te permite contemplar las estrellas.
En resumen si tenéis oportunidad pasaros por el sitio, merece la pena.
1 comentario:
Un hotel con realmente mucho encanto.
Saludos
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