Se trata un pueblo pequeño que se agarra en el costado de la montaña, todo en él gira alrededor de Real Monasterio de Santa María de Guadalupe. La Plaza que hay a la entrada del Monasterio es un hervidero de gente y se juntan la mayoría de las tiendas de regalos y de los restaurantes. Podéis dar tranquilamente una vuelta por la calles de pueblo y descubriréis algunos sitio bastante pintorescos.
En cuanto al Monasterio, merece la pena verlo, tiene organizadas visitas guiadas (4 euros por persona) en la que te enseñan algunas de las salas del mismo, la más impresionante en mi opinión en la de los "Libros Miniados" algunos de los cuales se utilizaban para los cánticos en las misas. También podéis ver una parte de las obras de arte que han donado los fieles. Rubens, Greco, Goya, Zurbarán son algunos de los pintores de los que tiene cuadros, así como tallas de Pedro de Mena, Egas Cueman.
Todas estas salas están en el claustro de estilo mudéjar, construcción casi cuadrada, que tiene en su centro un templete que domina todo el espacio, las paredes están cubiertas con una colección de lienzos barrocos y también están las tumbas de los priores que murieron en el convento.
Otros sitios dignos de verse son la sacristía, con cuadros de Zurbaran y el Camarín de la Virgen que (según nos contaron) no siempre permite se puede ver ya que depende de que haya misa o estén los monjes en el coro. La verdad es que merece la pena verlo.