Aprovechando que es año Santo Compostelano, decidimos ir a pasar unos días a Galícia. Nos alojamos en Santiago de Compostela, Hotel TRYP.
Llegamos el viernes bastante pronto (09:30 horas) en avión desde Madrid y en el aeropuerto alquilamos un coche, nos pasamos por el Hotel a dejar las cosas y nos fuimos al centro de la ciudad con la intención de llegar hasta la catedral y sus alrededores, casi nos ahogamos de la cantidad de agua que caía.
Santiago es una ciudad para recorrela a pie tranquilamente, entráis por Rua de Franco y llegais hasta la Plaza del Obradoiro y desde esta podéis acceder a la Catedral. Tuvimos la suerte de poder ver en funcionamiento al famoso botaumeiro de la catedral compostelana, después de cumplir con la tradición de abrazar al Santo, nos dimos una vuelta por las calles que rodean la catedral, que cuentan con infinidad de bares donde pinchar los productos tipos y degustas el vinos de la zona.
Por la tarde, nos fuimos A Coruña, curioso la relación con esta ciudad, cinco veces que he estado en Galicia, cinco veces que la he visitado. Fuimos a ver la Torre de Hércules, dando una vuelta por los parques que hay alrededor, luego estuvimos en la Plaza de María Pita (la Agustina de Aragón de los gallegos) y dimos una vuelta por las calles que rodean la esta plaza.
Nos fuimos a cenar a Carballo, la intención era hacerlo en Omexillón pero estaba cerrado por vacaciones y lo hicimos en El Palenque, terminda la cena vuelta a Santiago para reponer fuerzas para el día siguiente.
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