Llegamos a Vitoria y aparcamos en los alrededores del Parque de la
Florida, en uno de los laterales se encuentra la Catedral de María Inmaculada,
que merece la pena visitar. Saliendo de la Catedral y dejando la puesta a nuestra
espalda, llegamos hasta la Plaza de la Virgen Blanca, lugar emblemático de la
ciudad donde se concentran la fiesta en honor de la patrona de la ciudad.
En esta plaza nos encontramos con la Iglesia de San Miguel y en uno de
sus costados se encuentra uno de los accesos a la Plaza de España, donde
podemos encontrar la Oficina de Turismo, tiendas de regalos y terrazas donde
tomar algo.
Subiendo por la escalinata de lleva a la Iglesia de San Miguel y
bordeando esta, nos encontramos con tres edificios significativos, el Palacio
de Villa Suso, los Arquillos y la Plaza del Machete, también nos encontramos
con una escultura del Celedón, personaje con el que se inician la fiestas en
honor de la Virgen Blanca).
Continuamos por la calle Cuchillería y llegamos hasta la Catedral de
Santa María. Merece la pena realizar una visita a las obras de rehabilitación
de la misma, ya que te permiten repasar todo el proceso de construcción desde
los cimientos hasta la cubierta. Así que provistos de un casco se inicia una
visita guiada entre pasadizos y andamios, recorriendo los distintos niveles de
la Catedral, viendo las deformaciones que en la estructura han ocasionado
reforma y rehabilitaciones no muy rigurosas. En único inconveniente es, que
esta visita es finita, ya que la obras avanzan y en unos años lo que se podrá
admirar en el edificio ya rehabilitado.
Regresamos por la calle Correría y nos encontramos con el Palacio de
Escoriaza-Esquibel , en una calle paralela, se encuentra la Iglesia de San Pedro
y bajando un poco más llegamos a la
Plaza Provincial y cerca de esta a la Plaza del Conde de Peñaflor.
Una vez en el Parque, por el Paseo de la Senda, nos podemos dirigir a otros
sitios emblemáticos de la ciudad como son, la Casa de Zuloaga, el Museo de Bellas
Artes, el Museo de Armería y Ajuria Enea, sede del Parlamento Vasco.
En resumen una visita muy agradable, la gente es muy amable, que en un día se puede realizar
tranquilamente, visitando los sitios más significativos de la ciudad, a sabiendas
de dejar otros muchos sitios que merece la pena visitar.
29/08/2012.
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