A la vuelta de nuestras andadas por la Patagonia, paramos otra vez en Villa Cerro Castillo. Tuvimos que cambiar de restaurante (La Querencia estaba cerrada) y nos fuimos a la Hostería Restaurante Villarrica.
Como el otro es un restaurante no muy grande y con un servicio familiar, para comer nos decantamos por lomo a lo pobre en sus distintas variedades (con patatas, con ensalada, con arroz) y la verdad es que no estaban nada mal, también hay que destacar las cervezas artesanales que tienen, probamos dos variedades (una elaborada en el propio pueblo) que no estaban nada mal.
Si tenéis oportunidad pasar por el sitio.
30/12/2014
30/12/2014
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