Como solo teníamos medía día, nos fuimos hacia el Barrio Latino para ver Sainte Chapelle es unaÎle de la Cité. El santuario está compuesto por dos plantas; a la capilla superior stá decorada suntuosamente con esculturas y enormes vidrieras que inundan la estancia de luz y color.Las quince vidrieras que apenas dejan espacio a las escasas paredes, están compuestas por 1.113 escenas que narran la historia de la humanidad, desde el Génesis hasta la construcción.
Resurrección de Cristo. Sólo podían acceder el rey y sus allegados, y fue el lugar en el que se colocó las reliquias, en la actualidad no guarda ninguna de las que albergaba tras su
iglesia de estilo gótico construida entre 1242 y 1248 para albergar las reliquias de la Pasión de Cristo, compuestas por la Corona de Espinas y un trozo de la Santa Cruz y que se encuentra situada en la
La capilla inferior, mucho más discreta y menos luminosa, era el lugar de culto del personal del palacio. Está presidida por la estatua de la Virgen, patrona del santuario. La decoración polícroma del interior, donde predominan el color rojo y el azul trata de reproducir la decoración medieval original. En el ábside de la izquierda aún se conserva un fresco de la Anunciación realizado en el siglo XIII, que compone el mural más antiguo de la ciudad.
Continuamos nuestro paseo por el Barrio latino hasta la Iglesia de Saint Germain des Pres, que es la XI; sin embargo, fue devastada hasta cuatro veces en cuarenta años por los normandos, lo que no impidió que fuera reconstruida otras tantas ocasiones en severas formas románicas. Nuevamente un gran incendio, en 1794, estuvo a punto de acabar con ella, pero durante todo el siglo XIX se llevaron a cabo labores de restauración, conservándose en buenas condiciones a día de hoy. El interior de la iglesia es una mezcla de
estilos arquitectónicos, con columnas de mármol del siglo VI, una bóveda gótica y arcos románicos.
iglesia más antigua de París, erigida en el año 542 como basílica para albergar reliquias religiosas. Pronto se convirtió en una poderosa abadía benedictina, reconstruida en el siglo
Terminada esta visita, vuelta al apartamento, para recoger las cosas e iniciar el vuelo de vuelta a casa. En resumen cuatro días muy intensos en una ciudad intensa e inmensa. Como dijo Enrique de Borbón París bien vale una misa.
Junio / 2015