Segundo día dispuestos patear París, en primer lugar nos dirigimos a Los Inválidos, palacio construido en 1670 por el rey Luis XIV para alojar a los soldados heridos en guerra y a los militares retirados, como agradecimiento por disponer de sus vidas al servicio de la monarquía. Dos iglesias completan este conjunto arquitectónico, la iglesia del Domo, así llamada por su gran cúpula dorada (recubierta de oro cinco veces) de 100 metros de altura y la Catedral de San Luis des Invalides, llamada también Iglesia de los Soldados y donde reposan los restos de mariscales y jefes militares.
En 1840 se construyó aquí la tumba de Napoleón, cuyos restos fueron trasladados desde la isla de Santa Elena, sus cenizas se colocaron en 1861 bajo el domo en un sarcófago rodeado por una galería circular decorada con relieves y estatuas que describen las hazañas del emperador.
Una vez terminada esta visita, nos dirigimos por la Explanada de los Inválidos hasta el puente Alexandre III, cruzamos el Sena y nos dirigimos a El Grand Palais, se trata de un palacio construido con motivo de la Exposición Universal de 1900 y dedicado al esplendor del arte francés por la República de Francia. Enfrente se encuentra El Petit Palais fue construido en torno a un precioso patio ajardinado para la Exposición Universal de 1900. En este último había una
serie de exposiciones mezcla de arte moderno con otras obras más clásicas, aprovechamos su bistro para comer algo. Continuamos nuestra marcha hacia los Champs Elysées, subiendo tranquilamente hacia el Arc de Triomphe, viendo las tiendas y cafés que en la Avenida.
Una vez en la Glorieta Charles de Gaulle, entramos en el monumento. El Arco del Triunfo representa las victorias del ejército francés bajo las órdenes de Napoleón, su construcción duró treinta años. Napoleón ordenó su construcción en 1806 al finalizar la batalla de Austerlitz. Su arco tiene 50 metros de alto y 22 de ancho y bajo él se encuentra la Tumba al Soldado Desconocido, un monumento conmemorativo dedicado a los caídos en la Primera Guerra Mundial.
Desde lo alto, se pueden contemplar las doce calles con confluyen
en la plaza, Una de las vistas más espectaculares es la de los Champs Elysées hasta la Plaza de la Concorde y a tu espalda la Defense. Por dentro el monumento está repleto de curiosidades (serie de uniformes del ejército, esculturas, banderas de combate y objetos relacionados con el ejército francés). Para salir tienes que bajar por una escalera de caracol con 286 escalones que sale al lado de la tumba al soldado desconocido.
Ponemos rumbo a la Plaza de la Concorde, el llegar a la Plaza Franklin D. Roosevelt dio la casualidad de que en los jardines laterales había un mercadillo de productos tipos, pudimos degustar productos típicos (quesos, panes, bollos, vinos). Una vez en la Plaza, puedes admirar el obelisco proveniente de Lúxor de más de 3.000
años de antigüedad donado por el virrey de Egipto que preside la misma, enmarcando el obelisco se encuentran dos fuentes monumentales de estructura romana, que presentan esculturas en las que se mezclan figuras humanas con animales marinos.
Continuamos nuestro paseo hacia la Place Vendome, es una de las plazas más famosas de París. Rodeada en su práctica totalidad por imponentes edificios, en la plaza se encuentran diversas tiendas de gran prestigio como Dior, Chanel o Cartier para poder ver la columna que preside esta plaza, con un bajorrelieve que imita la Columna Trajana de Roma. Volviendo un poco sobre nuestros pasos, nos internamos en los Jardines des Tuileries.
Llegamos hasta el Arc de Triomphe du Carrousel, construido a instancias de Napoleón Bonaparte en conmemoración de sus victorias militares, y detrás de este el Louvre. A pesar de la hora, aún quedaban resto de la cola para acceder al museo, así que nos dimos una vuelta por la plaza en la que está ubicada la Pirámide por la que se entra. En este punto dimos por finalizada la visita del día.
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