En Los Alcázares (Murcia), hemos descubierto un sitio donde se puede comer y tapear muy bien, se trata de La Ponderosa, está en la calle Fuensanta y tanto las tapas como la comida están muy por encima de la medía, os recomendamos las patatas bravas (la salsa sencillamente espectacular) los montaditos, el pulpo "rockero", el calamar a la plancha, etc. etc., otra cosa a destacar es la tarta de la Abuela (si llegáis).
Además, el trato es de lo más familiar y de lo más agradable. Si estáis por la zona, sería imperdonable el no pasarse.
01/05/2016
25 de mayo de 2016
Qué ver en Córdoba -Día III
Para el último día dejamos la visita a Medina Azahara, fastuosa y misteriosa ciudad a ocho Kilómetros de Córdoba que mandó construir Abd-al Rahman III, el recorrido por los restos de la ciudad permite ver el esplendor que rodeo a la misma, así como las casas donde vivían sus habitantes. Nos enseñaron la zona de Dar al-Wuzara, que estaba a disposición del personal encargado de la administración, así como las salas de los militares, hay que destacar el diseño de las puertas de acceso y los sistemas de seguridad que habían diseñado.
Otra de las zonas es la Casa de Yafar, que era el visir del segundo califa, en la destaca una fachada de triple arcada. Más adelante está el Salón Rico, que era utilizado como lugar para las recepciones y celebración de los festejos más relevantes. Por último está el Gran Pórtico, formado por catorce arcos y donde el califa pasaba revista a las tropas o se realizaban la recepción a los emisarios de otros reinos.
Para llegar hasta los restos de la ciudad, se tiene que utilizar un servicio de autobuses que tienen su inicio y su fin en el Centro de Interpretación. Inaugurado en 2009, cuenta con una serie de piezas (posiblemente únicas) recogidas en las labores de restauración, así mismos cuenta con una sala de proyecciones, donde se puede ver una recreación de cómo debía ser la ciudad y la vida de sus habitantes.
En resumen Córdoba es una ciudad que hay que ver y la mejor forma es andar y pasear por sus calles, disfrutar de las callejuelas de la judería, de los monumentos que hay, de las plazas y de los bares.
15/03/2016
Qué ver en Córdoba - Día II
Para este día teníamos planificada una visita con Free Tour, así que a las 10, 30 horas estábamos en la Plaza de las Tendillas, junto a la estatua del Gran Capitán. La primera parada en el Templo Romano, en el que te explican un poco la historia del mismo y el proceso de restauración que han realizado.
La siguiente parada en la Plaza de la Corredera, se cree que en estos terrenos se ubicó parte del Circo Romano. Se han rescatado, de esta época, unos fabulosos mosaicos, expuestos en el Alcázar de los Reyes Cristianos. La actual disposición rectangular y porticada con arcos en su parte inferior, entronca esta construcción con las realizadas en las ciudades castellanas, lo que la constituye como única de su especie en Andalucía. Antiguamente se utilizaba como plaza de toros, conservando aún hoy una calleja llamada Toril. Después de pasar por zona de celebración de actos de fe, pregones y ejecuciones durante la Invasión Francesa.
La siguiente parada La Plaza del Potro, situada en el barrio de la Ajerquía, debe su nombre a la fuente que la preside, cuyo principal elemento decorativo es la figura de un potro. Tradicionalmente fue lugar de compra-venta de ganado y de actividades artesanales, tal y como demuestra la famosa Posada del mismo nombre. Hoy en día acoge en uno de sus laterales los museos de Bellas Artes y Julio Romero de Torres.
Continuamos nuestra visita, por la judería, entrando a la misma por la Calle del Portillo, recorriendo las callejuelas que forman esta parte de la ciudad, visitamos la Calleja del pañuelo y no muy lejos de esta la Calle de las flores. Llegando a la Mezquita, en este punto nos contaron un poco la historia de la misma así como alguna curiosidad y anécdota de la misma.
Siguiente destino el Alcázar de los Reyes Cristianos, fortaleza y palacio encierra en su interior gran parte de la evolución arquitectónica de Córdoba, restos romanos y visigodos conviven con los de origen árabe en este majestuoso solar, ya que fue lugar predilecto de los distintos gobernantes de la ciudad.
Cuando en 1236 Córdoba es conquistada por Fernando III el Santo, el edificio, que formaba parte del antiguo Palacio Califal, estaba totalmente asolado. Alfonso X el Sabio comienza su restauración, completada durante el reinado de Alfonso XI. A lo largo de la Historia se le ha dado múltiples usos, como Sede del Santo Oficio (Inquisición), o cárcel (en la primera mitad del siglo XIX). Sorprende encontrarse ante una construcción casi rectangular con extensos muros de sillares pétreos y cuatro torres que perfilan los ángulos (la de Los Leones, la del Homenaje, la de La Inquisición y la de Las Palomas) Dentro, las distintas dependencias se articulan en torno a patios con exóticas y bellas flores, hierbas aromáticas y frondosos árboles. Las estancias y corredores se cierran con cúpulas góticas de piedra. De los dos patios, el Mudéjar llama la atención por su belleza, enlosado en mármol, el murmullo del agua que corre por los canales y albercas refresca el ambiente y relaja. Los jardines que cierran el conjunto dan muestra de la monumentalidad y esplendor de este Alcázar.
Desde este punto y continuando por judería llegamos a la Puerta de Almodóvar, pasando por la estatua de Maimónides médico y filósofo cordobés judío, nació en el año 1135, hay que comentar que esta puerta es el único acceso que pervive de los nueve edificados por Abd al-Rahman I por los que se podía acceder a la ciudad. Fue restaurada en 1802, se han conservado casi íntegras las almenas y el adarve. Frente a ella se erige la escultura al filósofo y dramaturgo cordobés Séneca.
Por la tarde noche, después de haber descansado un poco, realizamos otro recorrido (también con Free Tour) por los Barrios de Leyenda. Empezamos como la anterior en la Plaza de las Tendillas, la primera parada fue en la Iglesia de San Pablo, muy cerca de esta en la calle San Pablo cuentan la historia un asesinato, celebre a principio del siglo XX. Continuamos el recorrido hasta el Palacio de Orive que forma parte de un conjunto único dentro del casco histórico de Córdoba, la manzana de Orive, este palacio también tiene su historia.
El siguiente sitio a visitar fue el Palacio de Viana, también conocida como la Casa de los Patios, hasta doce de estos más un jardín cuenta la casa. Está declarado Monumento Histórico Artístico Nacional y Jardín Artístico. Unos metros más adelante, nos adentramos en el Barrio de Santa María, donde entre otras cosas podemos admirar la iglesia de Santa Marina de Aguas Santas que fue fundada por el rey Fernando III el Santo, justo en frente en la Plaza del Conde de Priego, se encuentra el monumento a Manolete.
Continuando por la calle Mayor de Santa Marina, nos encontramos con un trozo de la antigua muralla árabe y un poco más adelante la Torre de la Malmuerta, de origen árabe, permitía la defensa de la ciudad. De esta torre hay varias leyendas a cada cual más curiosa. Cruzando por los jardines de la Merced, nos encaminamos a la Plaza de los Capuchinos donde se encuentra el convento del Santo Angel, en el centro de la plaza se encuentra una de los sitios más singulares de la ciudad el Cristo de los Faroles. No muy lejos de esta plaza, se encuentra la Cuesta del Bailío, una calle escalonada que es una de las antiguas entradas de la muralla y que comunicaba la ajerquia con la medina.
Después de ésta última visita, a reponer fuerzas disfrutando de las tapas cordobesas.
14/03/0216
Qué ver en Córdoba - Día I
Llegamos a Córdoba al medio día, después de un viaje tranquilo desde Madrid, una vez que dejamos las cosas en el hotel, nos fuimos a dar una vuelta por los alrededores de la Mezquita (el hotel Los Patios está enfrente) y pinchando algo en los bares de esa zona, ver el Puente Romano, la Puerta del Puente, la Noria y demás monumentos que hay en sus alrededores.
Después de haber recuperado fuerzas, nos dedicamos a ver el interior de la Mezquita, que dado el día (viernes) y la hora 17:00, no había mucha gente, lo que nos permitió recorrer la misma de forma tranquila parándonos en cada uno de los lugares. Empezamos por el patio o sahn, donde se levanta el alminar (la torre que está al lado de una de las puertas). El patio está lleno de naranjos, olivos y cipreses con fuentes para refrescar el ambiente y un aljibe para asegurar el agua de todo el conjunto. Todo el perímetro se encuentran arcos que dan acceso a una parte cubierta donde en la época islámica, era el punto de reunión para actividades públicas.
La Mezquita de Córdoba presenta dos singularidades que la diferencian de resto de las mezquitas del mundo, una su orientación, pues no mira a la Meca. Se ha querido entender la nostalgia que Abderramán I sentía por Damasco, ya que se orienta a las mezquitas de Damasco y no a la Meca. La otra singularidad es su ubicación descentralizada del Mihrab o nicho al que se dirigen las oraciones, y que se debe a la ampliación que hizo Almanzor, que tuvo que hacerla por el lado oriental, ya que al Sur se topaba con el río Guadalquivir y al Oeste estaba el palacio del Califa. Hay que destacar el Mihrab, uno de los más importantes del mundo musulmán.
En lo que al resto del interior el elemento novedoso es el uso de los arcos de herradura procedente del arte visigodo y que el Islam lo adoptará como propio y símbolo de su arquitectura. Las arcadas que dividen las naves son dobles en altura. La inferior, un arco de herradura, y la superior de medio punto. La alternancia de piedra y ladrillo confiere a la Mezquita una singular bicromía que sentará base para construcciones posteriores. Esta doble arquería proporciona una mayor elevación de la cubierta y una mejor iluminación de los interiores.
Otra zona es la Catedral, de planta de cruz latina, alberga bóvedas góticas junto con otras protobarrocas y una cúpula renacentista. El retablo mayor realizado en mármol se concluye en el XVII. Del siglo XVIII son los majestuosos púlpitos a ambos lados del arco toral, de mármol y caoba, obra del escultor Miguel Verdiguer. De este mismo siglo y obra del maestro sevillano Pedro Duque Cornejo es la imponente sillería del coro. Elaborada en caoba, se halla toda tallada y esculpida con diversos temas.
Para poner un poco en contexto la grandeza de la Mezquita hay que recordar una frase de Carlos V cuando realizó una visita a la ciudad y contemplo la obras de la construcción de la catedral:
Habéis tomado algo único y lo habéis convertido en algo mundano
Después de esta visita y de descansar un poco, al atardecer subimos hasta la Plaza de las Tendillas, en esta plaza hay que destacar entre otras coas el reloj, mejor dicho su carrillón, ya que las horas no las da con campanadas, sino que son acordes flamencos de guitarra las que anuncian las mismas. Continuamos hasta los Jardines de la Victoria y después de “pinchar” algo nos fuimos a descansar.
13/03/2016
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