Para el último día dejamos la visita a Medina Azahara, fastuosa y misteriosa ciudad a ocho Kilómetros de Córdoba que mandó construir Abd-al Rahman III, el recorrido por los restos de la ciudad permite ver el esplendor que rodeo a la misma, así como las casas donde vivían sus habitantes. Nos enseñaron la zona de Dar al-Wuzara, que estaba a disposición del personal encargado de la administración, así como las salas de los militares, hay que destacar el diseño de las puertas de acceso y los sistemas de seguridad que habían diseñado.
Otra de las zonas es la Casa de Yafar, que era el visir del segundo califa, en la destaca una fachada de triple arcada. Más adelante está el Salón Rico, que era utilizado como lugar para las recepciones y celebración de los festejos más relevantes. Por último está el Gran Pórtico, formado por catorce arcos y donde el califa pasaba revista a las tropas o se realizaban la recepción a los emisarios de otros reinos.
Para llegar hasta los restos de la ciudad, se tiene que utilizar un servicio de autobuses que tienen su inicio y su fin en el Centro de Interpretación. Inaugurado en 2009, cuenta con una serie de piezas (posiblemente únicas) recogidas en las labores de restauración, así mismos cuenta con una sala de proyecciones, donde se puede ver una recreación de cómo debía ser la ciudad y la vida de sus habitantes.
En resumen Córdoba es una ciudad que hay que ver y la mejor forma es andar y pasear por sus calles, disfrutar de las callejuelas de la judería, de los monumentos que hay, de las plazas y de los bares.
15/03/2016
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