25 de mayo de 2016

Qué ver en Córdoba - Día II

Para este día teníamos planificada una visita con Free Tour, así que a las 10, 30 horas estábamos en la Plaza de las Tendillas, junto a la estatua del Gran Capitán. La primera parada en el Templo Romano, en el que te explican un poco la historia del mismo y el proceso de restauración que han realizado. 

La siguiente parada en  la Plaza de la Corredera, se cree que en estos terrenos se ubicó parte del Circo Romano.  Se han rescatado, de esta época, unos fabulosos mosaicos, expuestos en el Alcázar de los Reyes Cristianos. La actual disposición rectangular y porticada con arcos en su parte inferior, entronca esta construcción con las realizadas en las ciudades castellanas, lo que la constituye como única de su especie en Andalucía. Antiguamente se utilizaba como plaza de toros, conservando aún hoy una calleja llamada Toril. Después de pasar por zona de celebración de actos de fe, pregones y ejecuciones durante la Invasión Francesa.

La siguiente parada La Plaza del Potro, situada en el barrio de la Ajerquía, debe su nombre a la fuente que la preside, cuyo principal elemento decorativo es la figura de un potro. Tradicionalmente fue lugar de compra-venta de ganado y de actividades artesanales, tal y como demuestra la famosa Posada del mismo nombre. Hoy en día acoge en uno de sus laterales los museos de Bellas Artes y Julio Romero de Torres.

Continuamos nuestra visita, por la judería, entrando a la misma por la Calle del Portillo, recorriendo las callejuelas que forman esta parte de la ciudad, visitamos la Calleja del pañuelo y no muy lejos de esta la Calle de las flores. Llegando a la Mezquita, en este punto nos contaron un poco la historia de la misma así como alguna curiosidad y anécdota de la misma.

Siguiente destino el Alcázar de los Reyes Cristianos, fortaleza y palacio encierra en su interior gran parte de la evolución arquitectónica de Córdoba, restos romanos y visigodos conviven con los de origen árabe en este majestuoso solar, ya que fue lugar predilecto de los distintos gobernantes de la ciudad.

Cuando en 1236 Córdoba es conquistada por Fernando III el Santo, el edificio, que formaba parte del antiguo Palacio Califal, estaba totalmente asolado. Alfonso X el Sabio comienza su restauración, completada durante el reinado de Alfonso XI. A lo largo de la Historia se le ha dado múltiples usos, como Sede del Santo Oficio (Inquisición), o cárcel (en la primera mitad del siglo XIX). Sorprende encontrarse ante una construcción casi rectangular con extensos muros de sillares pétreos y cuatro torres que perfilan los ángulos (la de Los Leones, la del Homenaje, la de La Inquisición y la de Las Palomas) Dentro, las distintas dependencias se articulan en torno a patios con exóticas y bellas flores, hierbas aromáticas y frondosos árboles. Las estancias y corredores se cierran con cúpulas góticas de piedra. De los dos patios, el Mudéjar llama la atención por su belleza, enlosado en mármol, el murmullo del agua que corre por los canales y albercas refresca el ambiente y relaja. Los jardines que cierran el conjunto dan muestra de la monumentalidad y esplendor de este Alcázar.

Desde este punto y continuando por judería llegamos a la Puerta de Almodóvar, pasando por la estatua de Maimónides médico y filósofo cordobés judío, nació en el año 1135, hay que comentar que esta puerta es el único acceso que pervive de los nueve edificados por Abd al-Rahman I por los que se podía acceder a la ciudad. Fue restaurada en 1802, se han conservado casi íntegras las almenas y el adarve. Frente a ella se erige la escultura al filósofo y dramaturgo cordobés Séneca.

Por la tarde noche, después de haber descansado un poco, realizamos otro recorrido (también con Free Tour) por los Barrios de Leyenda. Empezamos como la anterior en la Plaza de las Tendillas, la primera parada fue en la Iglesia de San Pablo, muy cerca de esta en la calle San Pablo cuentan la historia un asesinato, celebre a principio del siglo XX. Continuamos el recorrido hasta el Palacio de Orive que forma parte de un conjunto único dentro del casco histórico de Córdoba, la manzana de Orive, este palacio también tiene su historia.

El siguiente sitio a visitar fue el Palacio de Viana, también conocida como la Casa de los Patios, hasta doce de estos más un jardín cuenta la casa. Está declarado Monumento Histórico Artístico Nacional y Jardín Artístico. Unos metros más adelante, nos adentramos en el Barrio de Santa María, donde entre otras cosas podemos admirar la iglesia de Santa Marina de Aguas Santas que fue fundada por el rey Fernando III el Santo, justo en frente en la Plaza del Conde de Priego, se encuentra el monumento a Manolete.
Continuando por la calle Mayor de Santa Marina, nos encontramos con un trozo de la antigua muralla árabe y un poco más adelante la Torre de la Malmuerta, de origen árabe, permitía la defensa de la ciudad. De esta torre hay varias leyendas a cada cual más curiosa. Cruzando por los jardines de la Merced, nos encaminamos a la Plaza de los Capuchinos donde se encuentra el convento del Santo Angel, en el centro de la plaza se encuentra una de los sitios más singulares de la ciudad el Cristo de los Faroles. No muy lejos de esta plaza, se encuentra la Cuesta del Bailío, una calle escalonada que es una de las antiguas entradas de la muralla y que comunicaba la ajerquia con la medina.

Después de ésta última visita, a reponer fuerzas disfrutando de las tapas cordobesas.

14/03/0216









No hay comentarios: